LA GRAN RECESIÓN POR EL COVID-19

El peligroso virus no solo ha afectado al ámbito sanitario, gracias a él se ha visto frenado el crecimiento económico mundial. Desde la gran crisis de 2008, los países no se veían afectados por una crisis igual. Se considera una crisis global, ya que todos lo países vieron frenada su producción. Pero además, es global internamente dentro de los países ya que afecta igual a familias y a empresas. Se trata, por tanto de un choque de oferta y también de demanda.

  
Según el historiador económico Pablo Martín-Aceña: 'la covid-19 ha provocado una fuerte recesión, la mas profunda desde la II Guerra Mundial e incluso más honda y con mayores efectos que la Gran Recesión, la primera crisis del siglo XXI'. Sin embargo, esta no es la primera vez que una pandemia causa una crisis y tampoco será la última; por ello a los economistas les conviene estar alerta ya que existe una gran variedad de crisis (financieras, bancarias...) que pueden afectar a la economía global. 


    La crisis causó en 2020 en la economía española un descenso histórico del PIB del 11%. Durante 6 años España había conseguido ir creciendo, pero este crecimiento se vio frenado por la crisis. Lo positivo en este escenario es que en el cuarto trimestre del años el PIB consigue mantener cifras, con crecimiento trimestral del 0,4%.


    Desde 1936, cuando la economía se desplomó más de un 26% durante el primer año de la Guerra Civil, no se había sufrido una recesión tan grande como la de 2020. La Guerra Civil supuso un gran impacto, ya que fue directo ha destruir parte del factor capital, mientras que el virus ha paralizado por completo la economía durante un periodo de tiempo y ha reducido la actividad potencial durante gran parte del año con las medidas de restricción y distanciamiento social. 

    Actualmente nos encontramos en un mundo totalmente globalizado, por lo que si la economía de una potencia falla, probablemente el resto del países también lo note. Algo parecido es lo que ha ocurrido con el coronavirus; China fue uno de los primero en paralizar su producción por los efectos de la pandemia, del mismo modo numerosos productores de bienes de consumo dependen de los componentes y piezas importadas desde China. Por ello, se produjo una desaceleración de las actividades económicas y las restricciones en el transporte de los países afectados por el coronavirus repercutieron en la producción y la rentabilidad de determinadas empresas mundiales. Principalmente, de aquellas que integran el sector de las manufacturas y las que están relacionadas con la obtención de materias primas utilizadas para la producción de bienes de consumo. 

    La pandemia también trajo consigo un aumento del paro; redujo un 8,8% el número de horas trabajadas en todo el mundo a lo largo de 2020, lo que equivale a la pérdida del equivalente a 255 millones de empleos a nivel global, según los cálculos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El número total de parados en España se situó en 3.802.814 personas en el mes de agosto de 2020, lo que supone un 0,79% respecto al mes anterior, es decir, 29.780 desempleados.

 


   En el siguiente video se tratarán ciertas particularidades del COVID-19 que se dan en nuestro país:



    La pandemia ha supuesto una gran crisis para la economía mundial, que tendrá mayores repercusiones en el futuro; por lo que ahora se debe de tomar ciertas medidas para que repercuta lo menos posibles en la generaciones futuras. 

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