El pasado domingo, 1 de enero entró en vigor en España la medida establecida por el Gobierno sobre la reducción del impuesto sobre el valor añadido en determinados productos de alimentación. Esta nueva medida gozará de validez durante los próximos seis meses. De modo que algunos productos básicos, como la pasta o el aceite, que se gravaban al 10%, hoy se ha reducido su IVA al 5%; a su vez aquellos productos, como las frutas, hortalizas o la leche, a los cuales se aplicaba el tipo ‘’superreducido’’ del 4% se les ha eliminado el IVA.
El presidente Pedro Sánchez busca con esto conseguir aliviar un poco las cuentas de las empresas y hogares ante esta crisis energética e inflacionista que aún no han conseguido frenar. Esta bajada de impuestos tendrá efectos muy dinámicos sobre las decisiones de ahorro e inversión; las familias al conseguir ahorrar un poco más, podrán permitirse ciertos lujos, de modo que consumirán más. Esto beneficia al comercio de ciertos artículos y a las inversiones; creando así un balance comercial. Además, con esta rebaja el Gobierno trata de contener los precios que se han visto alzados a lo largo de estos meses en España.
Cabe mencionar la gran labor de los trabajadores de los supermercados, ya que han tenido que realizar este cambio rápidamente, siendo esto un proceso complejo para la hora de asignar a cada producto su nuevo IVA. Esta campaña se ha visto acompañada de un cambio en las etiquetas para que así el consumidor sea consciente de la nueva rebaja. Además, que esta nueva medida ha entrado en vigor en una de las fechas en las que más se mueve el comercio debido a las fechas navideñas en las que nos encontrábamos. A pesar de esto muchos consumidores se quejan, ya que no ven un cambio muy apreciable en sus compras, clasificando así la nueva rebaja del IVA como insignificante. Algunos expertos consideran que las medidas no tendrán repercusión en el bolsillo de los consumidores, puesto que las rebajas no afectan a los productos principales como pueden ser la carne y el pescado. Además, que algunos precios se verán afectados por la implantación del impuesto al plástico; haciendo así que la rebaja no sea perceptible.
Esta nueva reforma ha sido establecida por el gobierno de izquierdas, de modo que mayoritariamente las Comunidades Autónomas gobernadas por la derecha han manifestado ya sus críticas. Según ellas, la disminución del IVA traerá consigo una gran pérdida de ingresos para el ahorro institucional. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda afirma que ‘’ el efecto sobre las arcas autonómicas de la rebaja del IVA en 2023 es nulo’’; según ellas las cuentas de este año ya están aprobadas y calculadas y no se ve reflejado ninguna merma considerativa de los ingresos. Dichas comunidades han presentado un plan de cuentas, en le qué se aprecia la pérdida considerable de ingresos, siendo esto perjudicial para las comunidades autónomas y del mismo modo para los ahorros del país.
En conclusión, si a esta nueva reforma se le suma las previsiones del precio del gas, la electricidad y la gasolina, los bolsillos españoles no verán ninguna mejoría en su poder adquisitivo.
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